La fotografía artística de GARAL
Por Tito Leyva
El experimentado periodista cubano Raúl Inocente García Álvarez, le dio el tiempo suficiente para que surgiera el talento natural de “Garal”, su alter ego en la fotografía artística de gran poder de imagen y convocatoria.
Ambos son grandes amigos y preocupados humanistas, capaces de emprender cualquier jornada de tiempo completo por la paz y el progreso del amor en la tierra.
La fotografía procede del griego y significa “dibujar con la luz”. Y es lo que nos transmite “Garal” a través de su expresión gráfica, de que todos los seres humanos somos capaces de emocionarnos. Fuente y gozo, por la vida, en cualquier escenario latinoamericano y del mundo.
Lo real es lo que es y eso es la cosa, la fotografía, me confirma el maestro, que sabe porque lo dice con más de 30 exposiciones personales en Cuba y resto del mundo.
“La fotografía es un gozo, una pasión en secreto con equilibrio puro, que me hace vivir y ponerme en contacto con lo inaccesible, y seguir afrontando la vida”, es una aguda reflexión que marca una foja sensible de trabajo y que nos advierte del recurso pertinente de la ubicuidad de este género tan apasionante.
“Garal” sabe decir las cosas con la humildad de quien conoce a profundidad todo acerca de la producción fotográfica dialogando con el oficio en el terreno artístico. Sus once libros escritos son la mejor prueba fehaciente de su paso riguroso acerca de la teoría fotográfica, entre ellos “De la mano de un diablito trinitario”, publicado en 1970. “Semblanza de un héroe”, dedicado a Camilo Cienfuegos, obtuvo el segundo premio nacional de literatura por la Unión de Periodistas de Cuba. Durante su estadía en nuestro país escribió “Ecos del Che”, bajo el sello de la editorial “José Martí”.
“No hay equipo ideal para la búsqueda del ser humano, y se crece mucho como persona durante ese recorrido que sólo es posible hacerlo con humildad, curiosidad y mucha paciencia”. Pero mejor, sin nada de solemnidad, expresa oportuno éste artista cubano nacido en Sancti Spíritus, a quien le siguen pidiendo fotos en película, aunque ahora su compañero es una cámara digital
“Garal”: Con la luz en los sentidos...
¿Pero qué caracteriza su fotografía artística?, le asalto con la pregunta que detiene el vaivén de sus agitados dedos y me contesta con limpio orgullo: “Combinar la luz natural, como el elemento más importante para lograr una gráfica artística”. Pero hay algo más... “siempre he buscado el ángulo más artístico. Combinar la expresión o lo que repita, lo que le tiro con una ilusión artística, para proteger la flora, la fauna, las obras artísticas, el medio ambiente, de lo que el hombre trata de degradar”.Susan Sontang confirma lo dicho por “Garal”: “Para alcanzar la legitimidad como arte, la fotografía ha de cultivar la idea del fotógrafo como autor y considerar el conjunto de las fotografías tomadas por un mismo fotógrafo como una obra coherente”.
“Garal” insiste que su trabajo ha consistido en “darle vida a la naturaleza a través del sol, de la luz
La vida es diáfana”, remata.
¿Estamos al final de la cultura fotográfica por los cambios tecnológicos o se esperan otros surgimientos? “Garal” no lo piensa mucho en responder: “La fotografía no va a desaparecer pese al avance tecnológico, pero habrá cambios en su modo de producción y circunstancias afines, menos artesanal y más particular, y claro, está renovarse”.El maestro se entusiasma y me comunica que “la intuición del creador es buscarle el secreto a esa foto familiar, a ese edificio, y lograr la foto artística”. Y más... “sin imagen no hay testimonio, es parte real de la vida”, o sea el complaciente territorio de la memoria en el imaginario colectivo.
Hay quienes dicen, para provocar, que la fotografía profesional resguarda el talento de la fotografía artística y ésta la perfección de la fotografía profesional.
Lo cierto es que “Garal” defiende la artisticidad realizando fotos más laboriosas y menos mecánicas. Trabajando la fotografía como arte dentro de la experiencia humana y con lenguaje artístico.
“La fotografía no es para aparecer bonitos, es de ángulos”, señala “Garal” para provocar y debatir. Y sus palabras son respaldadas por las excelentes fotografías logradas en su residencia en Managua y que acompañan esta entrevista. Gráficas que hablan de sus secretos con la luz y que tienen el mérito y la virtud del ego en buen tono, que se manifiesta en gozo, disfrute y vida: “Buscar lo que el ojo no capta o no repara en ver”, expresa el artista.
El orgullo del maestro “Garal” lo lleva hasta la alegría al recordar la exposición “Gestos de Fidel Castro”, con más de 50 gráficas que recogen la semblanza del máximo dirigente de la Revolución Cubana en sus conversaciones con el público, o sea la gesticulación armoniosa, no grotesca, sino natural, profundamente humana en todos los primeros planos. “Ésta fue una experiencia hermosa, espontánea, pues ha sido la más natural de todas mis exposiciones. Yo estrenaba una cámara de secuencias cuando asistí a un barrio habanero donde el comandante Castro conversaba animadamente con los pobladores y empecé a tirar fotos y la cosa salió natural, fresca, no distante, como algo de la vida”.
“Garal”, me dice, “afortunadamente la fotografía es considerada una de las grandes artes, porque no puede haber arte sin sentido, sin motivación, y que no lleve por dentro un sentimiento, es integración, todo arte está integrado”, y añade: “La fotografía es certificado de presencia y Cuba tiene una plaza fuerte por su vigencia en la calidad. Hay grandes retratistas y grandes mitólogos, como la fotografía de Korda del Che en 1960.
Raúl Inocente García Álvarez tiene más de 40 años de bregar en el periodismo cubano y aún tiene más para expresarse en beneficio de la humanidad. Ha recibido un valioso premio en el concurso de las 100 fotografías del siglo XX con su gráfica “Balcón del Caribe”, asimismo la Unión Nacional de Estudiantes Cubanos lo ha distinguido con otros premios. En nuestro país deja un grato sentimiento de amistad honorable y solidaria. Buen viaje maestro.
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