Por Mayra Pardillo Gómez
Foto de Garal
Historiadores de diversas épocas y un grupo de arqueólogos coinciden en situar en Pueblo Viejo el primer asentamiento de la villa del Espíritu Santo o Sancti Spíritus, al centro de la isla, a las puertas del medio milenio.
Para Mario Valdés Navia, quien fuera historiador de la ciudad, Sancti Spíritus es de las pocas villas que puede exhibir con exactitud su fecha de fundación, en junio de 1514 por el Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar, momento que cerraba un proceso anterior acaecido entre abril y mayo del propio año.
Entre los historiadores que ubicaban a Pueblo Viejo como el primer sitio donde se alzó Sancti Spíritus figuran Rafael Félix Pérez Luna y Segundo Marín.
De 1514 a 1522 se establece el período de surgimiento y permanencia del primer caserío, que según textos consultados, estuvo compuesto por cinco o 10 casas y una ermita.
Colonias de bibijaguas, según la tradición oral, provocaron el pánico entre los pobladores del lugar -al supuestamente horadar el ombligo de los recién nacidos-, lo cual provocó el traslado de la villa en 1522 hacia su actual sitio.
Un grupo de arqueólogos, dirigidos por el Centro Provincial de Patrimonio Cultural de Sancti Spíritus y el grupo Samá, de la Sociedad Espeleológica de Cuba, siguen desde hace algún tiempo tras las huellas de evidencias que puedan demostrar el lugar exacto de la fundación de Sancti Spíritus.
Con vistas a conocer más sobre el particular, Prensa Latina conversó con Orlando Álvarez de la Paz, especialista en Arqueología del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, quien destacó que existen ya más de tres mil piezas arqueológicas y tres nuevas áreas de actividad humana.
Como antecedentes pueden citarse los trabajos de los investigadores Javier Sanzo Rodríguez, Ubaldo Lazo y Félix Bismarck, quienes en la década del 90 del pasado siglo clasificaron a Pueblo Viejo, a unos seis kilómetros al este de la actual ciudad -la cuarta de las siete primeras villas fundadas por los conquistadores españoles en Cuba-, como el sitio donde se fundó Sancti Spíritus.
De acuerdo con el libro Sancti Spíritus: Epílogo para una historia inconclusa (1999), del periodista y escritor Raúl I. García Álvarez, "en la colina Pueblo Viejo (ubicada por este grupo al sur del Camino del Príncipe o a Puerto Príncipe -hoy Camagüey-) encontraron decenas de objetos aborígenes: mortero, cuchilla de sílex, cuentas de cuarzo empleadas en collares y fragmentos del burén donde cocinaban la yuca, bordes ovalados de diferentes vasijas y un asa con forma de cabeza de murciélago".
Afirma el autor que, según documento de la época, en 1544 todavía existían indios en Sancti Spíritus.
VESTIGIOS DEL SIGLO XVI
El especialista Orlando Álvarez de la Paz señaló en entrevista con Prensa Latina que los investigadores Sanzo Rodríguez, Lazo y Bismarck descubrieron el lugar en 1991 y en 2013 tres nuevos sitios, "que es lo relevante del trabajo actual. Ahora hay en total siete áreas", acotó.
Explicó que en una de las nuevas áreas se han encontrado gran cantidad de clavos de herrar, así como de mayólica columbia liso, fabricados únicamente en el siglo XVI y fragmentos de botijuelas de estudio temprano.
Igualmente se incluyen asas de vasijas de mayólica y pedazos de otra mayólica denominada caparra azul, también típica del siglo XVI.
Asimismo, se han hallado evidencias aborígenes como trozos de vasijas de barro y asas con formas zoomorfas y de vasijas de barro europeas, bordes de estas y un número interesante de restos de burén -donde cocinaban el casabe o alimento básico en su dieta.
También algunos pedazos de calderas y otros de metal, "parecidos a mangos de armas blancas o cuchillos", puntualizó.
Recordó que fue en 2009 cuando por primera vez comenzaron a trabajar alrededor de la hipótesis de que en Pueblo Viejo se fundó la ciudad y para ello partieron del criterio de los especialistas mencionados.
Es en ese mismo año que se efectúa el I Taller de Arqueología Aborigen y Colonial, museo de sitio asentamiento fundacional de la villa de Sancti Spíritus, dijo.
El 5 de junio de 2009 "encontramos Tuinucú 5, denominado así porque fue el quinto sitio que localizamos en la margen derecha del río Tuinucú" .
Allí advertimos fragmentos de botijuelas del siglo XVI y dentro de esa área segmentos de mayólica columbia liso y una herradura de caballo típicamente del XVI, señaló.
El II Taller (2010) se efectuó en la margen oeste del Tuinucú y al explorarla hallamos más riqueza, entre ellas restos de cerdos (de la dieta que consumían), cerámica aborigen, fracciones de burén y el último día de ese taller un campesino los llevó al lugar denominado Las Bocas, donde había hallado una moneda de plata.
ABORÍGENES AGRICULTORES-CERAMISTAS
Álvarez de la Paz, arqueólogo profesional, subrayó: "Siempre hemos buscado el sitio que descubrió Manuel Rivero de la Calle, eminente arqueólogo cubano y que llevó al grupo Samá allí, donde radicó una población aborigen de agricultores-ceramistas que debió primar cuando llegaron los españoles. Con ellos debieron intercambiar los hispanos", apuntó.
Reconoció la labor a Luis Olmos, arqueólogo profesional y miembro del grupo Samá, quien labora desde hace tiempo en estas tareas de búsqueda y encontró un pequeño fragmento de una botijuela del siglo XVI dentro de la caja de evidencias.
"Ese sitio es fundamental, pero está perdido, se dice que está en las márgenes del río Zaza, entre la presa Zaza -la mayor de Cuba- y el puente de la Carretera Central" , comentó.
En 2011 se celebró el III Taller y "Volvemos a Pueblo Viejo y estamos allí por una semana y encontramos un panorama diferente. En superficie se vio la evidencia".
Subrayó que la primera certeza de que en Pueblo Viejo se fundó la villa la ofreció Tadeo Martínez-Moles, español de nacimiento, considerado por algunos estudiosos como el padre de la historia espirituana (referido a esta localidad), quien en 1791 concluyó su Discurso histórico y político de la villa de Sancti-Spíritus, desde su fundación.
En abril de 2013, en una de esas tres áreas se palpa una riqueza de evidencias vasta: fragmentos de vasijas de barro aborigen y de burén; colgante aborigen elaborado en concha; dentadura de ídolo
(un fragmento de concha de un caracol marino al cual se le hacía una incisión longitudinal y otra transversal que semejaba una dentadura para incrustar en los ídolos de madera).
Unido a ello están las herraduras y segmentos de clavos de herrar, mayólica columbia liso y botijuelas de estilo temprano, "pero hay un elemento que resalta en esta área y es la presencia en el lugar de significativas evidencias que demuestran el contacto y la transculturación indo-hispánica, materializado a través de la existencia o el hallazgo de cuentas de mayólica fabricadas por los aborígenes y esto es un elemento clave", resume.
El campesino Julio Real Hernández avisa sobre el hallazgo de un trozo de cerámica aborigen en una tierra arada y con la información aportada por él se descubre otra área.
"En la actualidad hay ocho cuentas, sumando las tres que fueron aportadas por Sanzo. Nosotros hemos localizado cinco, así como un cierre de libro, de bronce, del siglo XVI trabajado y usado por el aborigen como colgante, dada la semejanza de los diseños aplicados con los existentes en el colgante de concha".
Alega que "se pretende publicar una monografía con todo lo descubierto sobre Pueblo Viejo y las últimas investigaciones".
"A la hora de ubicar las siete áreas en un mapa o croquis del sitio nos da la idea de que en ese lugar existió un caserío del siglo XVI", destaca.
"Este último descubrimiento, conjuntamente con lo expuesto por los historiadores, lo reflejado en los mapas de Archivo acerca de la ubicación del poblado de la fundación de la villa y los trabajos de Sanzo y colaboradores en 1991, nos permiten afirmar que estamos en presencia del sitio fundacional de la villa", concluye no sin antes agradecer la colaboración de los vecinos del lugar para llevar esta tarea a feliz término.
Ocho años después de la fundación de la villa del Espíritu Santo o Sancti Spíritus, en 1522, se asentó en las márgenes del río Yayabo, el cual también le da nombre a la localidad y cuyas aguas cruzan debajo del único puente de su tipo en la isla, caracterizado por sus cinco arcadas y las leyendas que lo rodean.
Un puente cubano sin par en Sancti Spíritus
El longevo y majestuoso puente sobre el río Yayabo, ubicado en esta central ciudad de Cuba y próxima a celebrar 500 años de fundada, es único de su tipo en el país y está rodeado por singulares leyendas.
Posee la condición de Monumento Nacional y es considerado un símbolo sociocultural de Sancti Spíritus, la cuarta de las siete primeras villas fundadas en 1514 en la isla por el Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar.
Está situado en un sitio clave, ya que muy cerca tiene al Teatro Principal, una de las joyas de la arquitectura espirituana, así como a la Quinta Santa Elena -hasta donde se llega por calles empedradas y desde donde la visión del puente es maravillosa- y al Museo de Arte Colonial, conocido además como Palacio de Valle y Casa de las Cien Puertas.
Cada 4 de junio la ciudad celebra su fundación, pero este año lo hará con mayor orgullo porque podrá presentar a sus habitantes e incluso al mundo una ciudad con medio milenio de vida, que aún conserva rasgos característicos de una villa colonial.
Lugares como el céntrico parque del patriota cubano Serafín Sánchez, paseos y otros sitios públicos han sido o están siendo remozados para recibir la efeméride con una ciudad renovada, sin que esta pierda su especial antigüedad.
ENTRE DOS ORILLAS
Es el enlace entre una orilla, la más antigua, donde se halla el Centro Histórico Urbano de la ciudad, y otra de rasgos constructivos diferentes, en su mayoría más cercanos a la actualidad.
En esta última se alza el populoso barrio de Colón, un punto de referencia en celebraciones festivas de arraigo en la localidad como es el Santiago Espirituano, además de que allí se ubican centros económicos importantes.
María Antonieta Jiménez Margolles, Historiadora de la Ciudad, argumenta en el libro Monumentos nacionales y locales de Sancti Spíritus que el puente "Está compuesto por ladrillos asentados con el mortero tradicional de cal y arena, cuya calidad, según la tradición oral, se atribuye a estar mezclado con leche de burra".
"Consta en documentos que estuvo empedrado y que fue pintado de blanco y verde", afirman otras investigadoras.
Otros textos indican que la fortaleza de este puente se debe a la leche de vaca y No a la de burra empleada en la argamasa.
En 1522, ocho años después de fundada, se traslada la villa del Espíritu Santo a orillas del Yayabo, donde permanece.
RODEADO POR LEYENDAS
Acerca de su construcción los expertos apuntan que la primera piedra se colocó en 1817 y la obra finalizó en 1831, donde sobresalió el aporte desinteresado de los vecinos y de ciertas personalidades.
Disímiles textos dan por sentado que este legendario puente, de cinco arcadas, se inauguró oficialmente el 12 de julio de 1825, pero estudios más recientes indican que se concluyó el 6 de mayo de 1831, aunque existen evidencias de que el Yayabo era transitable desde mucho antes.
Al frente de la obra -de estilo románico- estuvieron los maestros andaluces Domingo Valverde y Blas Cabrera, quienes dirigieron a una fuerza de trabajo compuesta por presos de la localidad y algunos esclavos.
Una antigua leyenda rodea a este río y su puente, relacionada con el traslado de la villa, en 1522, hacia las márgenes del río Yayabo, a causa de una plaga de hormigas que horrorizó a sus habitantes.
Duendes y güijes se dan la mano en esta ronda de fantasías, que componen el patrimonio inmaterial de esta ciudad, a unos 350 kilómetros al este de La Habana, cercana ya a su medio milenio de fundada.
En la actualidad está pintado de verde y ya pocos saben distinguir si la leyenda asegura que se usó leche de burra o de vaca en la mezcla, pero haya sido o no aquel su color original lo cierto es que el puente sobre el río Yayabo es una obra de la arquitectura colonial digna de ver y preservar para la posteridad.